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martes, 27 de octubre de 2015

¡¡Cuidado que explota!!

¡¡Hola hola!!

Antes de nada quería aclarar un pequeño detalle de la última entrada, cuando comenté las actitudes que debemos tener los educadores mencioné dos: negociación y mediación, pues bien, también la conciliación es otra estrategia de gestión pero tanto en ésta última como en la mediación únicamente se pueden dar si los dos partícipes quieren.

Volviendo a lo explicado ayer, un conflicto tiene diversas fases y el enfado puede ir a mayor si no hacemos algo para solucionarlo, por eso es importante que seamos capaces de disminuir esa ira para que no llegue a "estallar", es decir, que no llegue a su punto álgido, pero ¿cómo intervenir? Una técnica es decirles a las partes implicadas que respiren, de esta forma les haremos concentrarse en como su respiración entra en su cuerpo y sale de él.
En educación infantil el conflicto puede venir dado por muchos factores como haber dormido mal, haber desayunado poco, etc. Y, obviamente, los diferentes patrones educativos contribuyen a la aparición de los conflictos pues no todos tienen los mismos estilos en el momento de educar y esto repercute en la conducta de sus hijos e hijas. Nosotros, los educadores, en el aula nos tendremos que fijar en temperamento y en el carácter, aunque en el primero sea un poco mas difícil su intervención pues el temperamento viene escrito en la genética pero a través de pautas, estrategias basadas en las técnicas de autocontrol, relajación y cuentos podemos intentar moldearlo, también debemos ser conscientes de que existen otros factores que nos condicionan aunque en la clase hagamos todo lo posible.


Bye bye!!

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