¡¡Hola hola!!
Antes de nada quería aclarar un pequeño detalle de la última entrada, cuando comenté las actitudes que debemos tener los educadores mencioné dos: negociación y mediación, pues bien, también la conciliación es otra estrategia de gestión pero tanto en ésta última como en la mediación únicamente se pueden dar si los dos partícipes quieren.
Volviendo a lo explicado ayer, un conflicto tiene diversas fases y el enfado puede ir a mayor si no hacemos algo para solucionarlo, por eso es importante que seamos capaces de disminuir esa ira para que no llegue a "estallar", es decir, que no llegue a su punto álgido, pero ¿cómo intervenir? Una técnica es decirles a las partes implicadas que respiren, de esta forma les haremos concentrarse en como su respiración entra en su cuerpo y sale de él.
En educación infantil el conflicto puede venir dado por muchos factores como haber dormido mal, haber desayunado poco, etc. Y, obviamente, los diferentes patrones educativos contribuyen a la aparición de los conflictos pues no todos tienen los mismos estilos en el momento de educar y esto repercute en la conducta de sus hijos e hijas. Nosotros, los educadores, en el aula nos tendremos que fijar en temperamento y en el carácter, aunque en el primero sea un poco mas difícil su intervención pues el temperamento viene escrito en la genética pero a través de pautas, estrategias basadas en las técnicas de autocontrol, relajación y cuentos podemos intentar moldearlo, también debemos ser conscientes de que existen otros factores que nos condicionan aunque en la clase hagamos todo lo posible.
Bye bye!!
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